martes, 27 de septiembre de 2011

Las Adicciones- ¿De quién o de qué dependo? Parte 2.

Podemos decir que las drogas tienen como función alejar a la persona de su cuerpo (sentimientos), de modo que deja de percibir sus sensaciones propioceptivas. La transportan hacia el mundo de los pensamientos en forma de imágenes exteroceptivas y/o virtuales (fantasías). Los diferentes patrones adictivos tienen la función de tapar y/o negar nuestros miedos, angustias, terrores, etc... Pero lo que quizás no se tiene en cuenta es que para enterrar nuestros temores tenemos que suprimir nuestros sentimientos. El resultado es una autoinvalidación.
Un ejemplo de cómo las adicciones se convierten en autodesprecio hacia nuestro cuerpo es la forma en que nuestra sociedad nos enseña a ver la secualidad, de una manera estrecha y banal, como una función del cuerpo físico bruto en lugar de como una función energética transformadora que nos ayude a explorar y conectar con una mayor amplitud de conciencia y comprensión de nuestro Ser. En la historia occidental las actitudes hacia el sexo han oscilado entre los extremos de represión/mojigatería y hedonismo/corrupción. Ambos extremos hansepromovido cierto desprecio hacia el cuerpo. Desde la perspectiva mojigata, la única función legítima del cuerpo es la reproducción, y el deseo está moralmente teñido de culpa. Desde hace unos años, el culto hedonista al cuerpo ha llevado a utilizarlo como un objeto de consumo, y la explotación masificada del cuerpo es la forma en que esto se manifiesta.

Existen un gran número de terapias en el abordaje de las adicciones, desde las más clásicas y conocidas pertenecientes a la medicina y psiquiatría hasta un considerable número de terapias alternativas actuales, que tienen entre sus objetivos disminuir las tensiones.

La diferencia de estas últimas respecto a las anteriores es que son tratamientos no agresivos y por lo tanto no generan efectos secundarios, como ocurre con los psicofármacos.

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